Y gracias a Dios por ello, no solo por el gozo que El me ha regalado, sino por lo que esto me ha enseñado en medio de todo esto; por lo que quiero enfocar este blog a que si alguna vez has AMADO alguien sabes a lo que me refiero cuando hablo de: hacer todo y más para poder estar con la persona que amas. Estas dispuesto a manejar o viajar horas para estar juntos, aún si es solo por momentos (para ti vale la pena). No te importa desvelarte solo hablando con ella (el). Caminar en la lluvia es romántico, y no desesperante. Estas dispuesta a gastar una mini fortuna en aquella (aquel) con quien estas locamente enamorado (a). Cuando están separados, es doloroso, incluso miserable. El o ella es todo lo que piensas, y aprovechas cualquier oportunidad para estar juntos.
La pregunta sería, ¿amas a Dios así?... ¿lo anhelas y/o extrañas cada día? O no te causa ningún problema el imaginarte sin Él. La Biblia dice:
...¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?. (Deut. 10:12,13).
En el libro que recomendé hace 2 post, llamado LA BUSQUEDA DE DIOS (A.W. Tozer), el autor, trata puntos como:
"Casi hemos olvidado que Dios es Persona, y que, por tanto, puede cultivarse su amistad como la de cualquier persona.
Cuando la religión ha dicho la última palabra, nada necesitamos sino a Dios mismo. La mala costumbre de buscar a Dios junto con otras cosas, nos impide hallarle a él mismo, y que nos revele toda su plenitud. Es en esas otras cosas donde está la causa de nuestra desdicha. Si dejamos esa vana búsqueda adicional muy pronto encontraremos a Dios, y en él hallaremos todo lo que anhelamos.
El autor del clásico libro inglés The Cloud of Unknowing ("La Nube de lo Desconocido"), nos dice como podemos hacerlo: "Eleva tu corazón a Dios con amor humilde y sincero, y búscalo a él, y no a sus dones. Piensa en Dios y busca solamente a Dios, solo por lo que Dios es. Esta es la obra del alma que más agrada a Dios!.
Antes que Dios creara al hombre, preparó para él un mundo lleno de cosas hermosas para su sustento y deleite. Todo lo que Dios creó fue para el bienestar del hombre, pero era indispensable que todo estuviera subordinado a él. El Génesis las llama simplemente "cosas." Fueron creadas para su uso y siempre debían ser externas a él. Allá en lo profundo del corazón del hombre debía haber un sitio ocupado únicamente por Dios; afuera, podían estar los mil dones conque Dios lo había bendecido.
Pero el pecado introdujo complicaciones, e hizo que los dones de Dios se convirtieran en instrumentos dañinos para el alma.
Nuestros infortunios comenzaron cuando Dios fue forzado a salir de su santuario, y las "cosas" ocuparon su lugar. Por eso no tenemos paz, porque hemos quitado a Dios del trono de nuestro corazón, y tenaces y agresivos usurpadores pelean por el primer lugar.
Esto no es una simple metáfora, sino el análisis de nuestra verdadera condición espiritual.
Dentro del corazón humano hay una raíz de mala naturaleza que le insta a poseer más, y siempre más. Codicia "cosas" con fiera y desenfrenada pasión. Los pronombres posesivos "mi" y "mío" parecen inocentes en letra impresa, pero son de un terrible significado en la vida. Ellos expresan, mejor que mil volúmenes de teología, lo que es la verdadera naturaleza del hombre. Son los síntomas verbales de la más profunda enfermedad humana. Las cosas materiales han echado raíces tan hondas en nuestro corazón que no queremos arrancarlas por temor a morir. Las "cosas" han llegado a sernos indispensables, lo que nunca debió haber ocurrido. Los dones de Dios han llegado a ocupar el lugar de Dios y esto ha trastornado todo el orden de la naturaleza. Nuestro Señor Jesucristo se refería a la tiranía de las cosas cuando dije a sus discípulos, "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque cualquiera que quiere salvar su vida, la perderá, y cual' quiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará." (Mateo16:24,25)."
¿Cómo está tu relación con Dios?; ¿le amas?.
Un buen indicativo, es lo que John Piper, en el libro: Dios es el evangelio; pregunta acerca de si amamos a Dios:
"La pregunta central de nuestra generación es si realmente podríamos estar en el cielo, sin enfermedad, con todos nuestros amigos, toda la comida que quieras, y los pasatiempos que desees; todas las bellezas naturales y el placer físico para disfrutar; sin conflictos humanos o desastres naturales… estarías satisfecho si Cristo no estuviera ahí?.
Cuántos, a la luz de la verdad, y sus hábito hábitos en su relación con Dios, leen esto y dicen: pues yo estaría bien con eso.
Pero si tú estás profundamente enamorado de Dios, sabes que NO PUEDES ESTAR SATISFECHO EN EL CIELO (ni mientras estamos aquí esperando), SIN CRISTO!!!
Encuentras satisfacción sacando a Cristo de escenarios de tu vida?.... REALMENTE LE AMAS?.
Uno de los versículos favoritos de Pau, y también se está haciendo uno de los míos por la practicidad e importancia del mismo es Jn. 14:23,24, donde el mismo Dios nos da un buen tip para amarle o saber si le amamos:
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza. (Prov. 17:15-19).
Dios te está y estará dando oportunidades para mostrar que le amas? Las aprovecharás?
Un abrazo y nos vemos la próxima semana!
Kike
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