jueves, 2 de octubre de 2008

Sobre la carrera. enviado por Jair Segura

Otra vez hablando de la carrera, la verdad es que siempre es una experiencia diferente, siempre hay algo nuevo que aprender con estas experiencias y siempre una forma de aplicarlo a la vida diaria.


Yo corría por ahí del kilómetro 3 cuando ya sentía que debería ir por ahí del 8 y que los letreros y mi cronometro estaban en contra de mi, cuando llegamos el kilómetro 5 había pasado mas tiempo del que hubiera esperado hacer a esas alturas, así que había que apresurar el paso y pedirle mas al cuerpo que hubiera preferido quedarse a un domingo tranquilo, después de ver un anuncio con un 7 gigante iniciaron nuevos ánimos, ya la meta no estaba tan lejos, ya había visto mucha gente, gente que se iba quedando y otros que con mas fuerza y preparación seguían a esta altura corriendo como si estuvieran empezando apenas, de los primeros habían los que tenían que correr mas despacio y los que de plano se tuvieron que parar a descansar o salir de la competencia y de los otros, los menos, no importaba tanto la edad, pero si la preparación y la convicción de lo que iban a hacer.



Luego de terminar la carrera, ya con dolor de pies pero con la satisfacción de haber terminado la carrera encontré que mi desempeño durante la carrera fue así:


Esto significa que el tiempo que tarde para llegar a la primera mitad de la carrera fue mayor que el resto y que en lugar de bajar de velocidad, logre aumentar el esfuerzo y hacer una mejor carrera los últimos 2.5 kilómetros, al igual que todos con los que fui a correr y que revisé, pudimos comprobar que hay algo en esos últimos kilómetros que nos hizo seguir adelante a pesar de que ya se sentían ampollas por que no estaban bien puestos los tenis, que las piernas y pies estaban adoloridas de no tener el mejor entrenamiento, que ya teníamos hambre, realmente cualquier excusa hubiera sido buena, pero …


Heb 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, Heb 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.


Así exactamente debería ser nuestra carrera diaria, con la mirada puesta en la meta (Jesús), corriendo con paciencia, pero siempre con la mirada en la meta, que el resultado de nuestra carrera no sea como el de esta carrera, que no corramos a veces mas lento y con menos animo, porque tenemos razones suficientes para correr todo el tiempo con toda la fuerza y toda la decisión que podríamos tener, porque mientras mas conocemos de su amor y su camino, mas rápido queremos correr a la meta pues la meta siempre esta a la vista, que nuestra vida sea como si fueran los últimos 2 kilómetros.


Jair

No hay comentarios: